Estando en vigencia el beneficio tributario para el uso de paneles solares en viviendas nuevas de hasta 4.500 UF, resulta imperativo aumentar y expandir esta gestión a otros ámbitos de la arquitectura y la ciudad, a través del desarrollo de planes que fomenten la arquitectura sustentable, para así adecuar edificios y plazas, entre otros. Sólo así llegaremos a contar con el desarrollo que tanto anhelamos.
Estos cambios, sin embargo, deben hacerse sin dejar de mirar la historia, conservando el patrimonio arquitectónico (escaso por cierto) de nuestro país, entendido como aquella edificación que da cuenta de un estilo y una forma de vivir en la ciudad que en el pasado significó ¿cultura¿, y que hoy es historia y herencia.
Barrios y casas esplendidas que están a punto por ser demolidas, deben ser salvadas, restauradas y presentadas también como un aporte al bicentenario y al desarrollo.
Zonas como el barrio República, Providencia y Ñuñoa muestran un catastro magnifico de ejemplos de buena arquitectura y el Estado debe colaborar en su mantención. Incentivos económicos, rebajas de impuestos de bienes raíces, aportes a proyectos de remodelación de propiedades de empresas públicas y privadas, son un buen camino para este salvataje.
Esto también es sustentabilidad, pero cultural.
Arq. Sergio Muñoz de la Parra.
Decano Facultad de Arquitectura Diseño y Construcción.
UDLA.
Septiembre 27 de 2010.