A dos meses del estallido social que ha afectado a nuestro país, estudiantes, académicos y autoridades de la Escuela de Psicología se reunieron en la Plaza Inés de Suárez para dar vida a una “Jornada de autocuidado”, la cual buscó regular los niveles de angustia, estrés, miedo y ansiedad de los asistentes.

La encargada de dar la bienvenida a la actividad fue la Directora de Escuela de Psicología, Catalina Valenzuela, quien afirmó “tener claridad que a propósito de la revolución que se está gestando, hay muchos estudiantes, docentes y funcionarios de la Universidad que están pasando por un momento complejo. A todos nos ha costado regular nuestras emociones, dormir bien, expresar los sentimientos y, ante ese escenario, los psicólogos sabemos que es importante el autocuidado y ayudar a las personas a terminar mejor el año y retomar, con un poco más de herramientas, sus propias vidas”.

La autoridad de la Escuela agregó que es “fundamental que a medida que avancemos en este proceso de transformación social, el cual será largo e implicará un gran desgaste físico, emocional y energético, nos detengamos un minuto y miremos de qué forma podemos aportar en ese cambio”.

Los asistentes a la actividad tuvieron la posibilidad de compartir con el docente de la Escuela de Psicología de UDLA, César Escobar, y realizar una sesión de meditación y mindfulness, técnica de relajación que enseña a tomar conciencia de nuestras emociones con el fin de eliminar la frustración o ansiedad.

“En este escenario de movimiento social es normal que se presenten síntomas como irritabilidad, disminución en el apetito, dificultades para dormir o ansiedad. Si esas señales son muy evidentes y fuertes, se debe pedir ayuda médica, pero si no es así, las personas pueden manejar esos síntomas a través de una herramienta tan simple, pero a la vez potente como es la respiración, la cual permitirá volver a un estado emocionalmente neutral y de calma”, apuntó el profesional.

Escobar manifestó que esta actividad “tiene que ver con el compromiso que tiene la escuela con sus estudiantes. Nos preocupa que las personas no solo sean buenas en los contenidos y conocimientos, sino que también en su formación transversal”.