Universidad de Las Américas sigue representando un vehículo de integración y de formación permanente para muchos vecinos de las ciudades en las que está inmersa. La Sede Viña del Mar no se ha mantenido ajena a este fenómeno, brindando a través de sus cursos de capacitación la oportunidad de concurrir a la universidad a personas que no tuvieron anteriormente la chance de continuar estudios.
Estos talleres y cursos de capacitación brindados con la asistencia de la Dirección de Desarrollo Comunitario (DIDECO) de la en los cuales se imparten conocimientos como el liderazgo, el trabajo en equipo y habilidades técnicas, han sido compartidos por los vecinos de la Ciudad Jardín e incluso de otras ciudades. Este último es el caso de Sonia García, oriunda de Rancagua, quien se desempeñó en cinco cursos organizados por UDLA en el último año.
“Yo llegué gracias a un folleto que encontré en el consultorio Jorge Kaplán. Gracias a eso llegamos a un evento de la municipalidad, en donde pudimos conocer más de esos cursos”, señaló la alumna, que también valoró el influjo positivo que UDLA tuvo en su formación.
“Yo terminé hace mucho el cuarto medio y ante una oportunidad para entrar a una universidad de forma gratuita, inmediatamente acepté. Primero, sólo tomé un curso porque pensé que eran sólo para funcionarios municipales, pero apenas supe que podía hacerlo, los tomé todos”, cuenta, agregando que “ahora tengo siete diplomas, sobre liderazgo, trabajo en equipo, emprendimiento, comunicación efectiva y de taller de la felicidad. Yo no entré para tener certificados empolvándose, sino para comenzar a enseñar en Rancagua, algo que muy pronto se va a empezar a cumplir”.
La estudiante, quien actualmente trabaja en un centro de vida de la Sexta Región ayudando a mujeres embarazadas de situación vulnerable y a personas mayores, también se desempeña impartiendo diversos talleres de habilidades prácticas en la ciudad en la que reside, entre los que destacan disciplinas como el telar y el fomento del reciclaje.
“Todo esto me va a ayudar para que otras personas tengan oportunidades, para que digan que también pueden emprender. Esta oportunidad fue muy enriquecedora, ilustrativa y entretenida. A mi me hizo rememorar cuando fui estudiante, además de que estos cursos me brindaron una oportunidad para aportar en algunas obras sociales”, relata García.
Asimismo, la profesora y organizadora de los talleres de capacitación, Elizabeth Vargas, manifestó que “este es un proyecto que surge a través de la Municipalidad de Viña del Mar y que luego acoge UDLA. Acá hemos encontrado eco y al escuchar a la señora Sonia, me convenzo más que la alianza desarrollada entre la universidad y el municipio son inconmensurables en su riqueza”.
La también asesora de la DIDECO viñamarina, afirmó que “el impacto de nuestra Escuela de Formación Comunitaria es visible. Muchas veces se preguntan dónde van estos esfuerzos de la universidad con la comunidad, y el trabajo que hace el municipio, y van a las personas, para mejorar su condición. Hemos tenido espacios con adultos mayores que se abren paso a través de la alfabetización digital, cursos de defensa personal y hasta un taller de felicidad. Contribuimos con estos proyectos de Vinculación con el medio con el fin de mejorar la calidad de vida de los vecinos”.