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Desafíos en la recuperación de los 33 mineros: respetar los silencios y recuperar la intimidad

Desde antes que el primer minero ascendiera desde las profundidades de la tierra los psicólogos ya estaban trabajando con los 33 hombres.Técnicas para afrontar la ansiedad y evitar la depresión son algunos de los consejos entregados por los expertos, aunque la etapa más dura ya ha concluido, existe un proceso que no se debe pasar por alto, el reencuentro con los seres queridos y con la rutina. Para afrontar este nuevo desafío, Olegario Hernández, Director de la Escuela de Psicología de UDLA, analiza la situación y entrega algunas recomendaciones.

– ¿Cómo se afronta el retorno a casa luego de haber vivido una situación de crisis, desde el punto de vista de las familias y de los mineros?
Hay que cuidar los factores ambientales: respetar el silencio, la natural tendencia a retraerse a reflexionar, los espacios de tranquilidad. El acompañamiento social debe ir en la línea de la paciencia, pues la recuperación será lenta y cualquier intento por apurarla será en vano. Es necesario recuperar la intimidad.

– ¿Qué problemas se pueden presentar en la relación familiar?
Es predecible que influya, de parte de ambos lados, el minero y su familia, la sensación de extrañeza, es decir, que cada cual perciba al otro como extraño, como distinto. Debe dominar la tolerancia. Luego jugará un importante rol el impacto en los medios: la fama que esto implicará puede generar ansiedad, intranquilidad, sobre exposición, lo que puede conspirar en contra del espacio de intimidad.

– ¿Qué problemas psicológicos deberían comenzar a tener los mineros una vez que salgan, depresión, ansiedad, crisis de pánico?
Los mineros han actuado desde una posición muy técnica, profesional, en grupo, conectados y acompañados. Es probable que estén mejor preparados para lo que viene de lo que la gente supone, sin embargo, han acumulado tensión y esperanza, emociones que requieren una fase de descarga, de alivio. Por ende, es probable que existan períodos de ansiedad, insomnio, alerta. Acoger esas emociones es clave. No angustiarse con ellos, sino acompañarlos, contenerlos. Son ciclos que seguirán un patrón natural.

– ¿Cómo les pude afectar la excesiva exposición a los medios de comunicación, presentarse a entrevistas de televisión, seguimiento de la prensa?
Es uno de los mayores riesgos. La sobreexposición atentará en contra de la necesidad de espacios de intimidad que favorezcan el curso natural de recuperación. Alejarse de los medios y estar en familia, así como volver a encontrarse con los compañeros es muy sano.

Octubre 13 de 2010.