Luego de lo sucedido con la adquisición por parte del grupo Luksic del 10% Compañía Sudamericana de Vapores -en medio de una profunda crisis por la que atraviesa la naviera-, a un precio de aproximadamente US$ 120 millones, es conveniente aclarar que transacciones como éstas, no son nuevas. El año pasado el mismo grupo económico – dueño del Banco de Chile, Antofagasta Minerals, CCU, Madeco y Playa Laguna, una cadena de hoteles y resorts en Croacia-, sorprendió al mercado con la adquisición del 67% de la propiedad de canal 13.
Debemos tener presente que Chile, con un pequeño mercado interno, no ha estado ajeno al aumento de fusiones y adquisiciones de empresas. Ahora bien, ¿la concentración necesariamente se traduce en abusos hacia los consumidores? ¿Es correcto equiparar concentración con falta de competencia y suponer que ésta coloca a los consumidores a merced de los grandes grupos corporativos?
Muchos estudios muestran que si la concentración aumenta y todos los demás factores se mantienen constantes, los precios también se elevan, pero en la práctica, rara vez se mantienen constantes todos los demás factores. Entonces, además de preocuparse por los indicadores de concentración, se debe velar porque las empresas no adopten prácticas monopólicas. No olvidemos las recientes acusaciones de cláusulas abusivas en los bancos, tarjetas de crédito de grandes empresas del retail y el escándalo de colusión de las farmacias, que han perjudicado a muchos chilenos.
Robinson Dettoni
Académico
Facultad de Administración y Negocios
UDLA
Marzo 31 de 2011