En un sencillo cuaderno Ramón Núñez, actor, director y docente de la carrera de Teatro y Comunicación Escénica de UDLA, va anotando todas las apreciaciones que obtiene de distintas piezas teatrales.
Con mucha asertividad logra entregar a quien lo escucha una visión sobre el teatro chileno, y cuáles son los defectos o logros que cada obra posee. ¿Las modas escénicas me dan exactamente lo mismo. Cuando yo veo gente que no respeta un punto, o grita en el escenario sin coherencia, no entiendo. Creo que la gente ha arrancado del teatro porque ha dejado de ver vida, porque ya no genera sentimientos o efectos en el público. Por ello en Chile destaco el trabajo de la compañía La Nacional y la obra La violación de Lucrecia¿.
Tales afirmaciones son con conocimiento de causa. Los más de 40 años que posee en el área, y premios como el de las Artes de la Representación y Audiovisuales de 2009, avalan a Núñez. ¿Me he transformado en director por mi inquietud, esfuerzo, y por mis estudios de postgrado en el extranjero. Con el paso del tiempo se me ha hecho más fácil dirigir, porque he estado actuando más que dirigiendo¿, explica mientras esboza una pequeña sonrisa.
La última obra que dirigió, y que ha sido alabada por el público, se encuentra hoy en la cartelera del Teatro Bellavista. Se trata de ¿Un informe sobre la banalidad del amor¿, del argentino Mario Diament. La obra cuenta la historia de romance de Martin Heidegger, quien inició una relación con su alumna Hannah Arendt.
El romance duró hasta que Adolf Hitler nombró a Heidegger rector de la Universidad de Friburgo, y la joven decide partir a Nueva York, escapando de la represión antijudía. El ensayo que años más tarde haría Arendt, denominado ¿Un informe sobre la banalidad del mal¿, inspiró a Diament en su historia, la misma que hoy trae al chileno Ramón Núñez de vuelta a la dirección.
Julio 21 de 2011.