No cabe duda que una de las misiones más importantes que tenemos los profesionales que trabajamos con recursos naturales es realizar una óptima utilización de ellos, buscando calidad y productividad de una forma sustentable y respetuosa con el medio ambiente y lo más inocuamente posible para la población.
El sábado recién pasado, 28 de agosto, y cuando celebramos el Día Internacional del Ingeniero Agrónomo, los actuales desafíos de los profesionales que se están formando en esta carrera están enfocados en gran parte a ello. El Ingeniero Agrónomo es un actor decisivo en esta misión, atendiendo las necesidades alimenticias y exigencias de calidad por parte de los consumidores y asumiendo una serie de desafíos relacionados con el desarrollo de Chile como una real Potencia Agroalimentaria, innovadora en sus proyectos y actividades, y con un dinamismo y adaptación constante a los mercados exteriores.
En este sentido, el alza en más de 26% de las exportaciones en los sectores de agricultura, fruticultura, ganadería, silvicultura y pesca extractiva, durante el segundo trimestre, es una muy buena noticia, que viene a reafirmar la buena posición que está logrando nuestro país en este ámbito, a nivel internacional.
De ahí que sea pertinente que los agrónomos que hoy se están formando en las universidades tengan muy claros estos desafíos. La preparación teórico práctica, y un enfoque global, que reserve la especialización para el egreso, será esencial para que enfrenten con éxito el mundo laboral y se conviertan en una pieza clave para el desarrollo y competitividad de este sector.
Sandra Gandolfo W.
Directora Escuela de Agronomía
UDLA
Agosto 30 de 2010