¿La volatilidad llegó para quedarse¿, ésa es la frase que mi hermano Franco Parisi reitera en la radio El Conquistador para referirse al actual momento de la economía mundial. Los mercados se han comportado básicamente horizontales: suben un poco, bajan otro poco. Por eso hemos nombrado a la volatilidad como la reina de la primera parte del 2010.
Muchos de los mercados financieros y, en especial, algunos de sus analistas, se encuentran en un shock post trauma ¿terremoto financiero¿. Por un lado, Europa, si bien está haciendo las tareas, con Alemania como el motor del viejo continente, economías como la española, todavía en shock, explican en parte esta volatilidad. Por otro lado, en Estados Unidos, el epicentro del terremoto financiero, sí está creciendo. Basta recorrer Nueva York donde se ve el dinamismo, pero el mercado aún está sensible y parece no olvidar que pudieron quebrar. Hace más de un año y medio tanto Nueva York como Miami eran un ejemplo de la devastación del terremoto financiero. Hoy se puede ver su recuperación, pero los operadores, administradores y analistas están bajo el trauma post terremoto financiero.
Dicho en fácil, el mundo entero está mostrando buenos resultados en la ¿economía real¿, más viajes, más ventas, más fusiones, en definitiva, más crecimiento, pero en esta ¿segunda economía¿, la de los mercados financieros, aún hay temores, y mucha, pero mucha sensibilidad.
Las empresas quieren mantener liquidez y nos llevan a estar expectantes a cualquier mínima señal que termina funcionando con efecto dominó al alza o a la baja. Por último, les ejemplifico con mi entrada al mercado la semana pasada a partir del repunte bursátil que me terminó ¿pegando en las manos¿, por suerte sólo un poquito, recordando que otra de las consecuencias de la volatilidad es la prudencia. Los mercados caen bruscamente, pero se recuperan lento. Las prisas pasan, las penas quedan.
Antonino Parisi
Decano de la Facultad de Ingeniería y Administración y Negocios
UDLA
Julio 26 de 2010.