El ganador de la medalla de oro en la categoría canoa del Mundial de Paracanotaje Hungría 2018, Robinson Méndez, realizó una charla motivacional a sus compañeros de la carrera de Licenciatura en Ciencias de la Actividad Física de Universidad de Las Américas, en la que compartió su experiencia de vida y la forma cómo ha sabido enfrentar los obstáculos y posicionarse como un deportista de elite de nivel internacional.
El que fuera primero el tenista en silla de ruedas con mayor cantidad de trofeos y participaciones en competencias internacionales se coronó, después de tan solo un año y medio de entrenamiento, como el mejor del mundo en la disciplina de Paracanotaje, en la que comenzó a practicar luego de replantearse su vida deportiva finalizados los Juegos Paralímpicos 2016. “Me daba de 2 a 3 años de plazo para alcanzar un buen nivel, pero a los seis meses fue mi primera medalla, ha pasado muy rápido el tiempo y estoy feliz con mi desempeño”.
Acostumbrado al cambio, decidió partir de cero en una nueva disciplina, que en corto tiempo le ha traído muchas satisfacciones, aunque también lo llevó a dejar a su familia y polola en Santiago para radicarse en Concepción. “Para practicar Paracanotaje tuve que sortear muchísimos obstáculos, principalmente en cuanto a la indumentaria y a las embarcaciones, ya que son súper caras y no las fabrican ni en Chile ni América, la tuvimos que traer de Europa. Al principio me apoyaron mis ganas, hice un bingo, rifé una camiseta de la selección chilena que me facilitó Colo Colo y después empecé a recibir ayuda formal de otras instituciones”.
A Robinson nada lo detiene, entrena dos veces al día en la Laguna Chica de San Pedro de La Paz y el resto del tiempo asiste a sus clases de Licenciatura en Ciencias de la Actividad Física en Universidad de Las Américas. Hasta hoy es considerado el mejor tenista paralímpico de nuestro país y gracias a sus actuales logros, también podría hacer historia en Paracanotaje.
Alejandra Aeloiza, coordinadora de Licenciatura en Ciencias de la Actividad Física de UDLA sostuvo que Robinson es un ejemplo para sus compañeros y toda la comunidad, donde se ha demostrado que el esfuerzo y disciplina son motores que permiten a los estudiantes avanzar y sobreponerse a cualquier obstáculo para alcanzar metas.