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Una buena calidad de vida también depende de nuestra salud bucal

 

Es común que las personas vayan al dentista solo cuando el dolor se hace insoportable.


Bruxismo, gingivitis, halitosis, sensibilidad dental o una inocente caries pueden cambiar la forma en que enfrentamos nuestra vida. Es que muchas veces dejamos de lado las molestias bucales, sin darle real importancia y desconociendo que mantener nuestro organismo sano, comienza por tener una buena salud bucal, puesto que es el punto de partida para la nutrición de nuestro cuerpo y nuestra comunicación con la sociedad.

 

El porcentaje de personas que visitan a su odontólogo periódicamente es bajo, principalmente porque existe una falta de educación en temas de salud oral. Esta realidad contrasta con las consultas médicas, que cuentan con una gran afluencia, independiente de si se trata de dolencias significativas o pequeñas. Ahora bien, cuando se trata de trastornos dentales o de las encías, generalmente las personas se preocupan solo cuando estos son evidentes y están muy avanzados. Es común escuchar entre los pacientes "solo voy al dentista cuando no puedo controlar el dolor".

 

La mayoría no tiene conciencia de cómo estas enfermedades afectan su calidad de vida o no saben que es posible prevenir situaciones, como el mal aliento, una fractura dental debido al bruxismo o deshacerse de la molesta sensibilidad dentaria, que le impide disfrutar de forma plena un almuerzo familiar o un helado con los hijos.
 

bull3 La lactancia materna entrega un desarrollo maxilar muy bueno a los bebés puesto que el menor tiene que hacer mucha fuerza para obtener la leche, lo que permite que los músculos de la cara se desarrollen en forma homogénea. Se recomienda una lactancia de por lo menos seis meses.


bull3 No se debe entregar a un menor alimento con el mismo utensilio que otra persona previamente, en especial un adulto, se puso en la boca sin antes lavarlo. Lo mismo se extiende para mamaderas, los chupetes, dulces. Esto causa la transmisión de la bacteria streptococcus mutans, la que no poseen cuando nacen.


bull3 Besar a un menor en la boca le traspasará gérmenes y bacterias de un adulto, por lo que los padres deben evitar este tipo de contactos.


bull3 Si no se cuenta con un cepillo de dientes, los chicles sin azúcar con xilitol ayudan a realizar una limpieza bucal puesto que generan mayor cantidad de saliva, la que limpia la boca. Lo mismo produce la manzana, el apio y la zanahoria. Esto no reemplaza el cepillado ni el uso de seda dental.


bull3 El cepillado nocturno y matutino son los más importantes del día.


bull3 Los niños pueden cepillarse los dientes a partir de los 3 años, antes se le puede enseñar como utilizar el cepillo con uno de cerdas suaves y finas. Se podrán cepillar solos cuando tengan una buena motrocidad fina, lo que se obtiene generalmente cuando aprende a escribir bien, entre los 5 y 6 años.


bull3 Los cepillos duros lastiman las encías y rayan el esmalte por lo que un adulto debe elegir uno del tipo blando o mediano, siendo este último la mejor opción.


bull3 Tras consumir una bebida gaseosa con azúcar se debe enjuagar la boca con agua y luego de media hora se puede realizar el cepillado. Esto debido a que la mezcla del ácido carbónico y el azúcar producen un líquido dulce con un ph muy bajo que queda en la cavidad bucal que daña el esmalte de los dientes.


bull3 El consumo de cigarrillo hará que en los dientes se pegue la nicotina a la placa bacteriana. Lo que dará mal olor en la boca y se teñirán los dientes muy oscuros.


bull3 Si uno toma té o café puede evitar que los dientes se tiñan lavándose los dientes tras el consumo.


Además mantener una dieta equilibrada es clave para mantener una buena salud bucal.