
La película “Una mujer fantástica”, 2017, de Sebastián Lelio, pone el tema del género en el debate, rescatando el tema del sexo y mostrando su impertinencia respecto de lo femenino. El sexo es ser macho o hembra, un asunto de reproducción, es una cuestión de biología, de la disposición de ciertos órganos reproductores y de cierto mayor o menor desarrollo de otros órganos secundarios.
El género tiene que ver con otra dimensión, tiene que ver con la vivencia subjetiva de la sexualidad, con la identidad y con el goce. El género es un asunto psicológico y de construcción cultural, tiene que ver con un sentimiento personal, con una autorrepresentación respecto de cierta forma de ser, y de cierta forma de posicionarse en las relaciones amorosas.
En el film “Una mujer fantástica” sabemos que la protagonista tiene genitales masculinos, sin embargo, tanto por el peso del título como de la historia que se nos narra, el film logra imbuir al espectador en el mundo de lo femenino. ¿Cómo se logra transmitir este mundo de lo femenino? Una ayuda conceptual está dada por el uso del adjetivo “fantástica” en el título. Este adjetivo fantástico viene a referenciar el campo de lo ficcionado, de lo narrado y de lo imaginado (RAE), y en ese sentido evidencia casi con redundancia lo que las Ciencias Sociales y los estudios de género han sostenido en su distanciamiento a la lógica naturalista. Es que ser mujer o ser hombre se sostiene en el campo de la narración y de lo construido social y discursivamente. El título es casi una redundancia, una mujer sería siempre fantástica en este sentido, pues está sostenida en una estética y en un posicionarse identitariamente de un modo particular ajeno a una norma natural o a un ideal. “la mujer es no toda” y “no se dice completamente” (Lacan, Áun) y en eso refiere a una forma de ser esencialmente particular y ajena a definiciones genéricas.
En el film, Marina –la protagonista– estudia canto, trabaja como mesera, y tiene una pareja, Orlando, un hombre normal, si se puede decir que exista un hombre normal. El estudio del canto y la inmersión en la creación artística responde al proceso de descubrimiento y de generación particular. La relación amorosa es vivida con armonía en la intimidad de las conciencias individuales. El conflicto emergerá como consecuencia de la intrusión de la familia de Orlando cuando este fallece repentinamente. La impostura, la presión social, el amor al dinero y el desamor en el rito fúnebre, se hacen presentes para perjudicar a Marina, para aislarla y para negarla. Ella es un personaje del todo particular, independiente a cualquier ideal, que vive un duelo y que se encuentra antagonizada por los papeles del médico, el policía, de la madre o del hijo, cegados por las dimensiones de la herencia del capital como del falso deber ser nacional, que confunde tan erroneamente heterosexualidad con calidad humana.