Piensa un momento en lo siguiente: un día cualquiera, te dicen que todos tus recuerdos se borrarán, que tus grandes historias desaparecerán de ti, que tus seres más queridos, por los que darías la vida, te serán unos extraños. Progresivamente, tu vida que es hoy una abanico de posibilidades, se irá cerrando hasta terminar siendo una estrecha línea que limitará tu convivir y tu compartir. Cuando todo ello ocurra, ni siquiera te darás cuenta, pues tu vida se irá desvanenciendo progresivamente hasta que olvides quién eres…

¿Una exageración narrativa? Lo que te relato no es ficción, es lo que enfrenta cada paciente y su familia al ser diagnosticado con Alzheimer, enfermedad que cada vez se presenta con mayor frecuencia de forma temprana en la vida.

Still Alice (“Siempre Alice”), del año 2014, es una película que te transporta como si fueras parte de la familia de la protagonista diagnosticada con esta enfermedad. Alejándose de la parafernalia médica y sus datos científicos, se centra en el ser humano, en su escencia y su instinto de supervivencia y de pertenencia, en la familia y en el amor, al tiempo que te hace parte de una visión real y descarnada de la pérdida cognitiva y social que enfrentan los que padecen Alzheimer. Es imposible no conmoverse al ver en sus escenas el progresivo deterioro fisico y social de Alice, magistralmente interpretada por Julianne Moore, quien obtuvo un Oscar por su rol.

Con todo, resulta una cinta conmovedora, de esas que te aprietan el alma y de la que es imposible escapar a la pregunta: y si me pasara a mí, ¿que haría?

Una cinta que fluye naturalemente y se disfruta al verla en calma, como se merece una cinta que abre al espectador un espacio de reflexión y atención a su presente y futuro.

Título: Still Alice
Año: 2014
Dirección: Richard Glatzer, Wash West
Protagonistas: Julianne Moore, Alec Baldwin, Kristen Stewart
 

Esteban López Muñoz
Sec. Académico Departamento de Morfología y Función