¿Qué podríamos llegar a imaginarnos si nos dijeran que muchas de nuestras enfermedades, fobias, miedos y aprensiones se generan por la “herencia” que nos han dejado nuestros antepasados?

El libro “¡Ay, Mis ancestros!”, de la reconocida psicoanalista francesa Anne Ancelin Schützenberger, nos muestra un enfoque psicoanalítico de lo que el inconsciente familiar puede llegar a provocar.

En los años 70, un grupo de psicoanalistas europeos, Nicolas Abraham, María Torok y Francoise Dolto, se reunía semanalmente a estudiar los casos que atendían en sus consultas. Para tratar de entender y acercarse de mejor forma a los pacientes psicóticos, anotaban cada una de las palabras que intercambiaban y luego las cotejaban con los familiares: De pronto, se dan cuenta que muchas de las frases emitidas hacían alusión a problemáticas familiares, ahí es donde nace el concepto “transgeneracional”.

En toda familia existen “secretos” de los cuales no se habla o han quedado sumergidos en el olvido. Muertes, asesinatos, suicidios, entre otras, situaciones complejas, pero también en las familias se “olvidan” los problemas de herencia, adopción, discapacidad, alcoholismo, que han provocado dolor. Este fenómeno, es decir, no expresar o transparentar lo que nos provoca vergüenza, es lo que esta gran psicoanalista aborda en este libro que les presento y que en el momento de su publicación, el año 1985, se convirtió en un best seller.

En él se describen estas problemáticas familiares y cómo influyen en nuestro diario vivir, salud, relaciones con los otros y en todos los aspectos en donde nuestras emociones están involucradas.

No se trata de un libro de autoayuda, ni tampoco un texto solo para especialistas en psiquiatría o psicoanálisis. Desde una narrativa cercana, a través de los casos que presenta y describe Schützenberger, nos aproxima a la mente humana y sus emociones y nos proporciona la posibilidad de conocernos mejor y comprender las problemáticas propias y la de los otros.

Silvana Arriagada

Coordinadora Proyectos y Extensión